A medida que la pandemia de COVID-19 se extendía por todo el mundo y el distanciamiento social era necesario para reducir el contagio, muchos gobiernos alentaron o exigieron encarecidamente que se minimizara la presencia física en el trabajo. Así, se creó una repentina necesidad de que las empresas y sus empleados comenzaran o aumentaran el trabajo desde casa. De esta manera, los países, empresarios y trabajadores tuvieron que adaptarse a un nuevo entorno de trabajo. En el post de hoy, hablamos sobre cómo ha afectado la pandemia al teletrabajo. Para ello, analizaremos las tendencias previas al estallido de la pandemia en el ámbito del teletrabajo, qué sectores y qué tipo de trabajadores se adaptaron mejor a esta nueva tendencia y qué perspectivas hay de futuro. Para llevar esto a cabo hemos utilizado los datos proporcionados en el informe Telework in the EU before and after the COVID-19: where we were, where we head to, de la Comisión Europea.
¿Qué tasa de teletrabajo había antes de la pandemia? ¿Dónde estaba más extendido?
En 2019, la proporción de empleados que teletrabajaban regularmente superaba el 30 % en muy pocos países, como Suecia, Finlandia y Países Bajos. Por el contrario, en la mitad de los Estados miembros, el porcentaje era inferior al 10 %, como es el caso de España. Esto evidencia que muchos de los países más afectados por la pandemia estaban mínimamente preparados para la implantación tan repentina del teletrabajo.
¿Qué sectores han experimentado un aumento de la tasa de teletrabajo?
Las industrias altamente digitalizadas, incluidos los servicios de información y comunicación, los servicios profesionales, científicos y técnicos, así como los servicios financieros, alcanzaron las tasas más altas de teletrabajo durante la pandemia: más del 50 % de los empleados, en promedio. Las tasas de teletrabajo durante la pandemia fueron más altas entre los trabajadores de las grandes empresas que de las pequeñas, lo que refleja una menor adopción digital entre las pequeñas empresas y su especialización en actividades menos susceptibles al trabajo remoto.
¿Qué tipo de trabajadores se han adaptado mejor a las nuevas tendencias?
En la mayoría de los países para los que hay datos disponibles, las mujeres tenían más probabilidades de teletrabajar que los hombres durante la pandemia. De la misma manera, los trabajadores con un mayor nivel de cualificación tenían más probabilidades de teletrabajar durante la pandemia.
¿Cómo podrían evolucionar los modelos de teletrabajo tras la pandemia?
Las primeras estimaciones de Eurofund (2020) sugieren que cerca del 40 % de las personas que trabajan actualmente en la UE empezaron a teletrabajar a tiempo completo como consecuencia de la pandemia. Cada vez son más las empresas e instituciones que han introducido esta modalidad. Sin embargo, llevar a cabo esta transición no es tan fácil para todos los sectores y empresas. Este es el caso de sectores que requieren del contacto directo con el cliente o de empresa que carecen de infraestructuras TIC adecuadas. En este contexto cobran especial relevancia los espacios de coworking, que han experimentado un boom reciente también a raíz de la crisis sanitaria de 2020. El coworking ofrece lo mejor de los dos mundos, y todo apunta a que se consolidará como un modelo muy potente de teletrabajo en los próximos años.
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